Ir al contenido principal

Entradas

Destacados

De la cabeza a la colica

De la cabeza a la colica María la Chocera le enseñó a Rosa la Rita la oración para curar la culebrica porque brincaba como las ranas y porque de niña se le notaba en la mirada el poder minúsculo de las hadas. María la Chocera era su madrina y luego le enseñó también a rezar el mal de ojo. Un viejo orando estaba, la abuela Santa Ana de comer le llevaba. Rosa la Rita se crió en la sierra hasta los veintidós años porque tuvo que cuidar de sus hermanos y de su padre. Cuando su madre murió, ella sólo tenía siete años y un columpio atado en la noguera en el que se mecía con las piernas retorcidas para no caerse. El vaivén delirante al que invitaba a otras niñas para inventar historias de matrimonios blancos y casas con pasillos largos, se acabó cuando su padre y sus siete hermanos le obligaron a atender la casa y a trabajar el campo. Rosa era una niña despabilada y risueña, siempre atenta a los movimientos lentísimos de los escarabajos y al crujir dorado de las parvas en la era. Por eso c

Entradas más recientes

50 años de invernaderos en Almería

El abrazo de la mar

El tiempo al tiempo

Luzas y morras

Eduardo Cruz

Familia Tapia

Archiveras de la memoria